Iñigo Saldise Alda escribe sobre soberanismo nabarro.
26/10/2013
Origen
del antinabarrismo
El
nabarrismo es una opción política, de carácter patriótico, que está basada en
una defensa a ultranza de la soberanía y libertad del Estado de Nabarra. Unido
a su vez a una defensa de las diferentes culturas y lenguas de los pueblos que
forman la Nación Nabarra, incentivando la cultura y lengua primogénita, que no
es otra que la vascona.
Dicho
esto, podemos afirmar sin ningún tipo de rubor, que el antinabarrismo es todo
lo contrario. Además, como pretendemos con este escrito, lo consideramos una
parte importante y necesaria en las labores esclavistas que el colonialismo
español y francés ejerce sobre los nabarros, sin olvidarnos un colonialismo más
oscuro, el religioso del Cristianismo Católico.
Bien,
una de las grandes cualidades que han tenido y también tienen los imperialismos
en la actualidad, lógicamente entre ellos están incluidos tanto el español como
el francés, es la de conseguir darle la vuelta a todas las situaciones que les
señalan e incluso les inculpan ante la opinión política y jurídica mundial.
Normalmente se colocan siempre en el lado de una supuesta democracia, de una
inexistente humanidad y por supuesto de una imaginaria justicia, siendo todas
ellas innegablemente ficticias, engañosas y falsarias, pudiéndose incluso
definir como de política infame y siniestra contra la humanidad,
concluyentemente carente de toda veracidad histórica.
Todos
los Estados imperialistas tienen como primera premisa, una vez llevadas a cabo
las violentas e ilegales invasiones y ocupaciones, una vez no logrado el
objetivo del exterminio, el conseguir la total o absoluta colonización y sumisión
de los nativos, aborígenes o personas originarias del lugar, que son finalmente
los naturales y dueños del Territorio, País o Estado conquistado.
Los
imperios persiguen por todos sus medios, sin importarles lo más mínimo que
estos sean violentos e ilegales, que sean los propios colonizados los que
renieguen de su pasado en libertad, aceptando con ello su triste situación de
ocupación y sometimiento.
Concretando
en el imperialismo español y francés, legitimados desde el Vaticano, incluso
han conseguido que la mayoría de los nabarros se puedan sentir hoy día cuales
hombres libres, mostrando ante la opinión mundial la posibilidad de participar
en unas elecciones con las cuales finalmente legitiman sus imperios y nuestra
indudable situación colonial.
Muchos
nabarros son incapaces de apreciar las cadenas que les tienen prisioneros,
sometidos, subordinados y sumisos cuales esclavos. Esta labor colonizadora ha
llegado a tal extremo, que los
imperialistas españoles y franceses muestran incluso en símbolos patrios
originarios de los nabarros dichas cadenas, eso sí, una vez manipulas y
transformadas en beneficio de su engañosa y frágil unidad imperial. Una unidad
innegablemente forzada y ciertamente nunca pactada, al menos en el caso
nabarro, ya que fue realizada a través de diversas acciones violentas e
ilegales de las armas.
Esta
sensación de una supuesta libertad, de esa sensación engañosa y falsa en los
naturales del Territorio, País o Estado Nabarro, está palpablemente ligada a la
semilla colonialista española y francesa, necesaria al fin a cabo para el
surgimiento del movimiento antinabarrista. Este principio político directamente
contrario al nabarrismo, cuya iniciación es indudablemente de índole colonial,
hunde sus raíces tras las primeras acciones armadas llevadas a cabo por los
vecinos imperialistas de nuestro Estado, aunque Goñi Gaztambide lo sitúa
incluso antes, concretamente en el asentamiento en tierras nabarras de nuevos
núcleos de población franca y extranjera, con exclusión explícita de los
naturales del País, los vascones libres o nabarros.
Hay
incluso quien señala directamente a los monjes franceses de Cluny y de las
Órdenes Militares Cristianas, quienes se encargaron de cambiar el Camino
nabarro a Santiago, por el Camino francés, incentivando de paso el arte con
esencia visigótica-hispánica-mozárabe en esa corriente clunianense reformista y
gregoriana, con la introducción de la liturgia romana. Esto ocurrió durante el
reinado Sancho Ramírez de Pamplona y Aragón.
El
antinabarrismo de la Orden de Cluny quedó finalmente claro en el año 1076,
cuando sin legitimidad política alguna, otorga el monasterio de Naiara-Nájera
al emperador Alfonso VI de León y Castilla. Dicho templo fue fundado como Santa
María la Real por el rey García Sánchez III de Pamplona y Aragón, y que había
servido desde su consagración o fundación como panteón Real de Nabarra. La
propaganda procastellana y antinabarra se potencia tras el año 1076 en dicho
monasterio, siendo una pieza clave de ello la conocida como Crónica Najeriense.
Esto
se da en otros monasterios, los cuales tras la forzada y violentada
desmembración territorial de Nabarra tras la muerte de Alfonso I de Pamplona y
Aragón, se posicionan con mayor o menor rapidez del lado antinabarro, es decir,
del lado del invasor y colonizador extranjero de turno.
No
podemos olvidar el antibarrismo con el cual actuaron los diferentes tenentes o
funcionaros del Estado nabarro, al posicionarse con los distintos invasores y
colonizadores, contando con el pago de títulos nobiliarios extranjeros, todos
ellos siendo además de carácter hereditario y cuantiosas rentas personales.
Hoy
día sigue vigente el antinabarrismo en muchos sectores de nuestra sociedad a lo
largo y ancho de nuestro total y legítimo territorio. Incluso hay muchas
variantes del mismo, las cuales merecen un análisis más exhaustivo y profundo,
pero teniendo presente siempre las cusas de su origen que son la injerencia de
agentes políticos, militares e incluso religiosos ajenos a los naturales del
País; las ilegales invasiones y ocupaciones de nuestra Tierra por ejércitos
extranjeros que dieron paso a la colonización, junto a la traición de
importantes funcionarios del Estado nabarro para su beneficio personal y el de
los imperios o Estados ajenos a los naturales del País y a todos aquellos
pueblos que conviven con respeto y compromiso nabarro con los vascones del
siglo XXI o vascos de esta parte de Europa.
En
el ejemplo del esclavo negro de las américas es incomprensible pensar, que no
se sintiera esclavo o que le pidiera permiso al amo para que le diera la
libertad.
Pero
en el caso de la tribu vasca, con la ayuda de algunos autóctonos, lo
inimaginable se hace realidad y el colonizador consigue que estemos cargando
con las culpas por años de resistencia armada. Este conflicto armado, según el
imaginario del ocupante, solo tuvo un agente, un grupo de descerebrados que por
gusto y esquizofrenia colectiva, se dedicaban a poner bombas y a matar a niños.
Nunca hubo dos bandos en esta guerra, solo terroristas y un estado llamado de
derecho, que se defendía de la barbarie.
Los
soldados del reino portaban flores en sus fusiles y repartían caramelos
escritos en euskera entre los niños vasquitos, para luego hablar en castellano
durante los recreos.
Cientos
de frases diseñadas en las universidades españolas para hacer que nos sintamos
culpables, para culpabilizar a todo un pueblo por su resistencia y por su
ocupación.
Pues
los navarros decimos que una mierda y recordamos al héroe Escocés William
Wallas y os exigimos a los españoles lo mismo que el hizo con los Ingleses en
1297 en la Batalla de Stirling 97 años después de la conquista de Vitoria y el
resto de la Navarra Occidental, “ no os pedimos, os exigimos que abandonéis de
inmediato las tierras navarras y en vuestra retirada tendréis que ir pidiendo
perdón uno por uno, a todos los navarros, por siglos de saqueos, violaciones y
torturas por parte de vuestro reino”.
Como
país que fue conquistado, los navarros no olvidamos ni perdonamos hasta que
consigamos la libertad. No aceptamos procesos de paz con los enemigos, hasta
que seamos de nuevo un estado y firmemos dicha paz. No reconocemos ningún
tratado ni ponencia de paz, que haya sido firmada por los mal llamados
representantes políticos vascos, el único sujeto legalmente capaz para firmar
dicha Paz, será el pueblo navarro y su gobierno democráticamente elegido.
Los
Navarros tenemos nuestro estado, que pese a estar ocupado por dos potencias
extranjeras, nos da los razonamientos legítimos para poder hablar así, como
estatalistas, como defensores de nuestro pueblo, nuestra cultura y nuestro
ordenamiento jurídico pirenaico.
http://www.astekaridigitala.net/noticiasDetalle.asp?tm=5&sb=21&id=32712
No hay comentarios:
Publicar un comentario