Jon Nikolas Lz. de Ituiño
Autor de “Arquitectura de las naciones” y “El surco de Babel”
¿NAVARROS, POR QUÉ Y DESDE CUÁNDO?
El derecho a decidir no es un acto de
fe, es un acto democrático. La democracia no es una ciencia infusa sino
que corresponde a un principio de libertad, donde el respeto a todas las
libertades abre el debate a las distintas opiniones contenidas en la
pluralidad. La fe no exige conocimiento, basta con creer lo que alguien
dice y seguirle ciegamente; la democracia, en cambio, parte de la
necesidad de comprender una realidad para explicarla y llegar a
entenderla como solución para lograr el bien común de una mayoría. El
conocimiento democrático es el camino al entendimiento.
El título de este escrito no pretende
ser provocativo sino ponderado. Una advertencia a ciertos
deslumbramientos que pueden cegar la visión clara del conjunto. En
definitiva, creo que es importante que la dimensión del árbol no impida
ver el interés del bosque que alcanza hasta los orígenes de nuestro
pueblo.
El pueblo del euskara, Euskal Herria,
sabemos que somos vascones desde la conquista romana. Un nombre
gentilicio que los conquistadores latinos aplicaron a las gentes que
ocupaban la cubeta del Iberus Flv., HERRIBEHERA, al que su geografía de
ocupación denominó AGER VASCONUM. Por encima, hasta las montañas,
situaban el SALTUS VASCONUM, un territorio que comprendía los valles
altos de AUÑAMENDI, BORTUETA, su Pyrenæus latino.
En un tiempo de confusión inducida
resulta que vascos parece que sólo somos las gentes de un territorio
periférico occidental y los originarios vascones han pasado a ser
NAVARROS, con V bien marcada. En el siglo pasado se acuñó un nuevo
gentilicio propenso a seguir confundiendo la realidad antropológica con
la doctrina del divide y vencerás. Así fue como mi abuelo paterno,
nacido en Biana, era vasco-navarro y, yo mismo, tengo que reconocerme
bien como vasco, o bien optar elevando el listón para afirmar con coraje
(junto a Mikel Sorauren y otros nabarros) que NABARRA ES EL ESTADO DE
LOS VASCOS.
Pero, ¿desde cuándo entran en la
historia de Euskal Herria los navarros? Y, ¿por qué se escribe con /V/
si en origen los cronistas del siglo VIII escribieron nabarri, con /B/?
La fecha del año 778 está señalada en la
historia por la expedición de Carlomagno, al frente de un poderoso
ejército, dirigiéndose a Cæsaraugusta. En la primavera del año 778,
después de superar las cumbres de AUÑAMENDI, BORTUETA, Pyrenæus,
Carlomagno se apoderó de IRUÑA, Panpelvn. El itinerario descendente
desde IRUÑA hacia Medina Saraqusta, Zaragoza, debía seguir por Olite,
HERRIBERRI, paso obligado de los carolingios, atravesando el territorio
de los Banu Qasi.
Las crónicas de este tiempo son muchas.
En los Annales Regii (año 778) se dice: Carlomagno entra en Hispania por
dos caminos diferentes; él mismo llega a Zaragoza pasando por Pamplona,
mientras otro ejército, con soldados de Burgundia, Austrasia, Baviera,
Provenza, Septimania y Lombardía, se le unen en Zaragoza. Carlomagno
recibe rehenes de Ibinalarabi, Abutauro y otros sarracenos (Ibinalarabi
et de Abutauro et de multis Sarracenis), destruye Pamplona (Pampilona
distructa), somete a los hispanos, wascones, y también a los nabarros, y
se vuelve a Franconia
(Hispani, Wascones sugiugatos et etiam Nabarrii, reversus in partibus
Franconiæ). Los textos reconocen un itinerario inequívoco de Carlomagno
con el grueso de su ejército, mientras el segundo cuerpo de su armada
hacía la tenaza entrando en la Península por los Pirineos-Orientales.
La crónica cita a Hispani, Wascones y
Nabarri, tres gentilicios que definen por su lugar de origen a un
conjunto de personas que forman colectividades diferenciadas para el
historiador franco. Son gentilicios bien definidos. Primero sitúa a los
Hispani, en el territorio más oriental de la Girona mediterránea por
donde avanzaron las tropas de refuerzo; luego lleva su referencia al
camino principal recorrido por Carlomagno a través del país de Wascones y
Nabarri, por donde en sentido inverso regresará a Franconia. Para el
cronista franco estaba claro que los vascones estaban localizados en la
región septentrional de AUÑAMENDI, BORTUETA, Pyrenæus; la Vasconia que
los nietos de Carlos Martel habían reducido, desde el LOIRA hasta la
cuenca del río DORDOÑA en el año 769, era sabido que tenía su
continuidad en la Península. En el pensamiento germano del cronista
carolingio los Hispani eran otras gentes, pueblos situados en
territorios más orientales.
El itinerario descendente de Carlomagno
en su dirección hacia Zaragoza forzosamente tuvo que atravesar el
territorio de los muladíes Banu Qasi. Era «el territorio de la gran
llanura próxima a los montes», NABA HERRI, NABARRI, como corresponde al
pensamiento original de las gentes de Euskal Herria. Sin otra
referencia que la expresión propia del euskara los cronistas francos
difícilmente podrían haber recogido el gentilicio que identificaba a sus
habitantes. Gentes que hablaban en el euskara de la población autóctona
de HERRIBEHERA, propio del legado histórico de un idioma normalizado
entre las comunidades de la gran cubeta del IBAIBEHERA. Sin duda, con la
continuidad léxica, la lengua funcional mantenía vivo el pensamiento
que se expresaba en euskara.
En el territorio de HERRIBEHERA propio
de los nabarri, Carlomagno no encontró resistencia a pesar de que los
Banu Qasi, maulas de los Omeyas, mantenían su fidelidad al emir Abd
al-Rahman de Córdoba. Ni en la historiografía de las fuentes
carolingias, como tampoco en las crónicas musulmanas, existe reseña
alguna que contemple algún choque en territorio de los muladíes.
Sin embargo, es con la relación
espacio-temporal del contacto de los francos con los muladíes donde se
da, por primera vez, la aparición en las crónicas francas del apelativo
nabarri. Se refiere a las gentes del siglo VIII, habitantes del AGER
VASCONUM, aspecto importante y significativo por lo que representa para
la extensión del euskara como lengua funcional en HERRIBEHERA. Esta
denominación fue recogida de manera directa por alguien que tuvo
contacto presencial con personas de la región mientras Carlomagno se
dirigía hacia Medina Sarakusta.
El mismo trayecto tuvo que seguir a su
vuelta de Medina Saraqusta, Zaragoza, para dirigirse a IRUÑA, Pampalona.
El itinerario obligado después de su fracasada expedición cuando,
Carlomagno, recorrió con un cuerpo de ejército más numeroso perdiendo
los rehenes recibidos, en su viaje de ida, al atravesar NABA HERRI: en
aglutinación NABARRI, la «depresión de terreno entre dos vertientes».
Quizá aquellos rehenes recibidos de Abutauro, cuando bajó de IRUÑA en la
primavera, fueron quienes ilustraron al cronista confirmándole su
condición de NABARRI, habitantes de la gran cubeta del IBAIBEHERA.
Como dice J. M. Lacarra (“La expedición
de Carlomagno a Zaragoza y su derrota en Roncesvalles”, 1981): Son los
“Anales menores”, los que saben más detalles del viaje de Carlos a
Zaragoza, a diferencia de los que podemos llamar oficiales. En su
trabajo establece con rigor los pasos y el camino que siguió Carlomagno
hasta llegar a Saraqusta (Zaragoza). Allí se encontró con las puertas
cerradas por la negativa musulmana a cumplir el pacto de Paderborn
sellado el año anterior. En resumen, la conclusión de J. M. Lacarra es
convincente: Un análisis detenido de los Anales carolingios nos permite
distinguir tres etapas:
a) Llegada a Pamplona y sumisión de la
plaza (et adquisivit civitatem Pampeluna). Después de dejar una
guarnición de francos en IRUÑA, Carlomagno siguió el itinerario
dirigiéndose con sus mesnadas hacia HERRIBEHERA.
b) Presentación de Abu Tauro a Carlos,
entregándole rehenes; han llegado, pues, a tomar por primera vez
contacto con los musulmanes. Fue en su descenso hacia el *IBAIBEHERA,
Ibervs Flv., wãdĩ Ibru, donde, forzosamente, tuvo que alcanzar Olite,
HERRIBERRI, nabarrorum oppidum, plaza fuerte del nabarri musulmán. En
esta etapa fue cuando se hizo presente la realidad euskalduna de las
gentes que vivían en HERRIBEHERA; gentes del AGER VASCONUM de los
romanos vueltos NABARRI con el euskara. Así es como aparece el
gentilicio nabarro unido a la presencia de la autoridad de los Banu Qasi
en la cubeta del *IBAIBEHERA, Ibervs Flv. latino, wãdĩ Ibru árabe.
c) Llegada del ejército de Carlos a las puertas de Zaragoza.
Por el orden en que se recorrieron las
tres etapas se confirma una cronología y un trayecto del itinerario
inequívoco que siguió Carlomagno tras la conquista de IRUÑA. La
importancia de que, por primera vez, el ejército de Carlomagno tomase
contacto con los muladíes nabarri cuando avanzaba hacia el IBAIBEHERA
demuestra que IRUÑA era ciudad de los vascones. Más abajo, en el inicio
de la cubeta de HERRIBEHERA, estaba la ciudad de Olite, HERRIBERRI,
nabarrorum oppidum, solar originario de los Banu Qasi. La entrega como
rehenes del hijo y el hermano de Abu Tawr al poderoso ejército invasor
es la constatación de la alarma y la prudencia de los nabarri ante la
evidencia de la fuerza armada de Carlomagno.
Sin el legado histórico del euskara y su
valor descriptivo para encontrarnos en la memoria de Euskal Herria, no
tendríamos un presente para avanzar hacia un horizonte con futuro.
El exponente más representativo de los
vascos es su lengua. La conocida expresión Lingua navarrorum figura en
el documento del año 1167, conservado en la Catedral de IRUÑA. NABARRA
es la designación que adoptó el viejo reino de Pamplona con Sancho VI el
Sabio, como referencia a la lengua extendida a todos los lugares del
nuevo Estado pirinaico.
Fuente: http://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2014/12/la-nabarra-del-nabarri.html
Fuente: http://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2014/12/la-nabarra-del-nabarri.html
Gora Nabarra,,egia askatuko digu
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